viernes, 21 de agosto de 2009

La servuccion y la calidad en la fabricacion del servicio.

El concepto de servucción está relacionado con una visión particular de la gestión de las empresas u organismos prestadores de servicio, que se fundamenta en la aplicación de un modelo
gerencial que equipara la “producción” como fabricación del producto, con la “servucción” como
la fabricación del servicio. En el ambito empresarial y específicamente al tratar temas de gerencia, existe un convencimiento generalizado acerca de las bondades que genera el hecho de poner énfasis en la calidad como resultante de la complejidad de un sistema de fabricación de servicios. La exaltación de la calidad de los servicios, es lo que hace de la servucción la característica diferencial cada vez más importante para la supervivencia de las empresas de servicios, cualquiera que sea su naturaleza y su ámbito de administración, es decir, bien sean públicas o privadas. Es lo que permite entender que para hacer referencia a los procesos de fabricación de un servicio, ineludiblemente se está señalando el requerimiento para exaltar su calidad.


La servucción en la empresa de servicios es la organización sistemática debe contar con todos
los elementos tanto físicos como humanos de la relación cliente-empresa, necesaria para la prestación de un servicio bajo indicadores de calidad del servicio. Entre los elementos de este sistema de servucción se encuentran el cliente (consumidor, implicado en la fabricación del servicio), el soporte físico (soporte material), el personal en contacto (persona en contacto directo con el cliente), el servicio (este resultado constituye el beneficio que debe satisfacer la necesidad
del cliente), el sistema de organización interna (no visible para el cliente, funciones clásicas
de la empresa) y por último, los demás clientes (intercambio de comunicación entre clientes).

La prestación de un servicio, independientemente del tipo o naturaleza del ente
prestador del servicio, necesita estar definida en términos de características que, aunque
no siempre son observables por el cliente, le afectan directamente. Es por ello, que tanto los
requisitos para la fabricación de un servicio como la prestación del servicio en sí, necesitan ser
evaluados tomando como base criterios definidos de aceptación, para que las exigencias del servicio sean detectables y medibles, por tanto, evaluables y controlables, aspecto en el cual se fundamenta la gestión de la calidad de servicios.

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